jueves, 31 de enero de 2008

¿El violador de la Vall de Hebrón en libertad en Valladolid?

José Rodríguez Salvador, más conocido como el violador de la Vall de Hebrón (Barcelona), fue acusado de haber cometido supuestamente cerca de 40 violaciones entre el verano de 1990 y la primavera de 1991. La sentencia dictaminó su encierro en prisión durante 311 años por 16 de esas violaciones (la Audiencia de Barcelona consideró que las pruebas no podrían atribuirle la autoría de las restantes).

En su estancia en la cárcel no sólo no se aplicó por rehabiliatarse, sino que además no mostró ningún tipo de compasión por las chicas que violó. Crónica (suplemento dominical del diario El Mundo) habló con los funcionarios del centro en el que cumplía pena Rodríguez Salvador. He aquí las declaraciones de uno de ellos:

"Pero el otro, el del Valle de Hebrón, es un tipo de cuidado. Nunca ha mostrado arrepentimiento alguno ni ha participado en programas de rehabilitación. Más bien todo lo contrario. Le hemos oído decir que su error fue no matar a las víctimas que violó porque, así, no habrían quedado testigos. Y también fanfarronea de que las que le denunciaron se pueden preparar cuando salga, aunque no creo que haga nada porque nunca ha sido muy valiente"

Tan sólo quince años después del juicio salió a la calle, el pasado 22 de septiembre, a pesar de que desde el punto de vista de los psicólogos que le trataron durante este tiempo no está rehabilitado, lo que implica riesgo de reincidencia tras su salida del centro penitenciario.

Hace unos días , recibí una cadena de emails advirtiendo a la población que dicho sujeto, con su foto adjunta, ha sido visto tan campante en Valladolid después de "ser expulsado de un pueblo de Granada".

Ante este asunto me planteo varias cuestiones a las que no encuentro respuesta. ¿Por qué dejan libre a un violador sin rehabilitar y con alta probabilidad de reincidir?, ¿por qué sólo cumple quince años de condena? y, por otra parte, ¿el hecho de difundir su foto como un violador después de estar 'limpio' a ojos de la justicia atenta contra su derecho al honor y la imagen?

miércoles, 30 de enero de 2008

Relato: La tarde de nuestro final

*El siguiente texto es un pie forzado a partir del primer párrafo de Memorias de mis putas tristes de Gabriel García Márquez

La tarde de nuestro final quise obligarle a una sesión de espectáculos dantescos con su querido vecino. Me acordé de Faustino Cuevas, el tipejo de aquel callejón destartalado que acostumbraba a complacer a sus sucios clientes cuando percibía una suma importante. Nunca confié en éste ni en ninguno de los muchos cuchillos alquilables, pero él no rechazaba la escasez de mis recursos. También el crimen es una cuestión de confianza, vomitaba con un carraspeo carcomido, ya te fiarás. Era mucho más fuerte que yo y no me servía de él desde hacía quince años que bien podía haberme ahorrado. Pero al primer timbrazo reconocí esa voz en el rellano y le llamé sin preámbulos.

- Serán 5000 por el y 8000 por ella. Vente.

Entretanto, su querido vecino entraba en mi casa.

- ¡Hola mi vida!, ¿estás sola?

No, estaba con Blancanieves y los siete enanitos.
Mi mujer, como siempre, prudente.

- Calla, tonto, que nos van a pillar.

A veces el amor es como una mandarina, no sabes que está podrida hasta que le quitas la cáscara, y hay cáscaras que no se quitan en siglos. Mi matrimonio estaba putrefacto, al igual que yo. Haciendo acopio de falsedad escondí todo el rencor enquistado en mi persona. Me dirigí a la entrada.

- ¡Hombre Ramón! ¿Otra vez vienes por lo de las humedades? Tranquilo que ya he avisado al fontanero.

Y sin dar pie a la posible réplica me despedí de la implicada.

- Churri, me bajo al bar que no tengo tabaco. Luego he quedado con Manolo para ver el partido, así que ya nos vemos para cenar. Adiós.

Y tras el último beso me fui del edificio para no volver nunca.

Faustino se excedió. Entró en la casa, apuñaló en el muslo a Ramón y maniató a mi mujer, pero no la amordazó, por lo que sus gritos mientras descuartizaba a su amante retumbaron en todo el barrio y llegaron a oídos de la policía. Y es curioso, no te pillan cuando estás realmente rodeado de mierda pero con un par de gritos son completamente eficaces.

La policía echó la puerta abajo y contempló el cuerpo seccionado de Ramón. Acto seguido, Faustino se abalanzó sobre ellos cuchillo en mano y fue acribillado a balazos. La muy perra sobrevivió.

Y eso es todo lo que pasó la tarde de nuestro final. No sé si soy cómplice, inductor al asesinato en primer grado o como su Señoría y el jurado quieran llamarlo. Lo que sí sé, Señor Juez, es que soy culpable.

Relatos

Inauguro un nuevo apartado en el blog dedicado a algunos relatos cortos que he hecho y que iré haciendo. Espero que os guste. De lo contrario os podéis quejar, que es sano y gratis

La necesidad de reformar la Ley Electoral

Una macroencuesta de Sigma-Dos (realizada el pasado 8 de enero) revela que al 66’2% de los españoles les gustaría que se realizara una reforma de la Ley Electoral para evitar que los partidos nacionalistas sean decisivos a la hora de que las listas más votadas en los comicios se dispongan a formar gobierno. Este porcentaje es lo suficientemente alto como para que el Congreso se plantee una reforma necesaria, quizás tomando como base el sistema francés de dos vueltas o el anglosajón, dejando de lado el reparto de escaños mediante la Ley D´Hont .

El actual sistema de reparto de escaños, que según el sondeo citado sólo gusta al 20’9% de la población, posibilita que partidos con escaso peso en votos a nivel nacional o con votantes casi exclusivamente periféricos tengan una fuerza decisoria en los órganos de Gobierno que no se ajusta a su tamaño. Que algunos partidos como CiU, ERC o PNV hayan tenido tanto peso en las formaciones de gobiernos de la breve historia democrática española podría entenderse por algunos sectores de la población como un desagravio comparativo entre la forma de hacer política desde Madrid hacia otras partes del territorio, tradicionalmente más leales a uno de los dos partidos mayoritarios. Cuanto más peso tienen los partidos minoritarios, nacionalistas y separatistas en el Congreso reciben un mayor eco mediático que les otorga capacidad de influencia, lo que significa que los votos de unos ciudadanos valen más que el del resto a tenor del poder que adquieren las formaciones tras elecciones.

No obstante, una hipotética reforma de la Ley Electoral no debe entenderse como un intento por apartar del Gobierno a las fuerzas menos representativas, sino como un paso hacia que la formación del Ejecutivo se equipare a los deseos de la mayoría de los votantes. Tampoco debe entenderse como un giro hacia el bipartidismo, sino el equilibrio entre porcentaje de votos y resultado.

Mariano Rajoy ha declarado en reiteradas ocasiones desde marzo de 2005 su intención de tratar de posibilitar que gobierne la lista más votada, pero, tal y como funciona la política española, posiblemente sus palabras se queden en intenciones si tiene la oportunidad de arrollar en la Cámara Baja con la ayuda de cualquier otro. Si realmente se quiere asegurar que gobierne quien más apoyos tenga, la única solución pasa por una reforma electoral consensuada.

Este cambio en la normativa plebiscitaria aseguraría que un partido con una mayoría abrumadora, aunque no absoluta, no se quede fuera del gobierno por la coalición de los demás, como por ejemplo ocurrió con el PP en los últimos comicios en Galicia.

La doble vuelta como se realiza en Francia permitiría que todos los partidos obtuviesen la representación que les corresponde en la primera vuelta, y que en la segunda las dos fuerzas con mayor sufragio se disputen la posibilidad de gobernar sin tener que ceder a las exigencias y presiones de terceros, lo que facilitaría la labor posterior del Ejecutivo y evitaría polémicas en la población como las que se han producido en los últimos años acerca de los distintos modos de hacer política desde Madrid hacia las diferentes comunidades autónomas, especialmente en lo referido al ámbito catalán. Es la única manera que en la actualidad podría asegurar que gobierne quien más se lo merece a ojos de la ciudadanía.

domingo, 13 de enero de 2008

Razones por las que ser gilipollas

Este post está dedicado a un sector de la sociedad en ocasiones olvidado pero en completo auge debido a los privilegios que disfrutan: los gilipollas.
Según la RAE, gilipollas proviene de gilí y es un término coloquial que significa por una parte tonto, lelo, inocente o cándido y por otra fresco. Puede que al principio fuera necesaria esta doble definición, pero en la actualidad la cada vez mayor población de gilipollas conjuga aspectos de las dos. Nos encontramos ante una seguna evolución de esta especie que ha superado con creces a sus ancestros.

¿Y por qué crece más y más? Se preguntará nuestro avezado lector. La respuesta es sencilla, sólo hay que observar su comportamiento, especialmente en los momentos en que se encuentre cómodo en su manada, y las ventajas que éste le aporta en comparación con otra persona que actúe de la misma manera. Veamos algunos ejemplos:

- En una discoteca. Si se te ocurre molestar a alguien sin ser gilipollas probablemente acabes con un ojo morado. Si por el contrario eres gilipollas puedes hacer lo que te venga en gana pues algún amigo del molestado le apartará diciéndole Déjale, que es gilipollas, y éste a lo suyo.

- En la cola del cine. Si tratas de saltarte la cola es muy probable que seas fuertemente increpado por el resto. Sin embargo, perteneciendo a tan selecto grupo podrás avanzar tranquilamente que sólo escucharás la frase mágica del ejemplo anterior.

- En el trabajo o en la política. En estos casos el gilipollas se caracteriza por serlo para todo el mundo menos para su jefe (que en política es frecuente que éste sea afín a esta tribu social). Es difícil que el gilipollas llegue a lo más alto si de ello depende una decisión de grupo, pero suele acomodarse con facilidad a un segundo plano que le permite vivir placenteramente haciendo el gilipollas.

- En una cena de antiguos compañeros de clase. Normalmente hay que acudir por mucha pereza que dé y saludar a todos aunque haya algunos que te caigan mal o con los que no te apetezca hablar. El gilipollas no tiene ni que acudir dada su condición, pues nadie lo tomará como un agravio. Si decide presentarse tiene la potestad de saludar a quien le plazca, y los no saludados no lo tendrán muy en cuenta pues al fin y al cabo es gilipollas.

Noticias de Kovalski (II)

Feliz año a todos! (aunque con retraso).

Kovalski decidió tomarse unos días sabáticos durante las Navidades y dedicarlos a una de las coasa que más le gustan: hibernar; si bien los pingüinos no hibernan pero se vio un documental de osos y como siempre, culo veo, culo quiero.


Una vez que se ha despertado de su letargo le toca ponerse a estudiar, así que el blog se actualizará más bien poco hasta febrero. Aún así sacará tiempo para poner alguna cosilla.