martes, 11 de diciembre de 2007

Y Chávez se calló

Mucho ruido y pocas nueces. Tras pasarse días exigiendo airadamente disculpas a la Casa Real española, con aire presuntuoso, por el famoso incidente con el Rey en la Cumbre Iberoamericana, Hugo Chávez ha demostrado no ser capaz de enfrentarse a la situación cara a cara.

En la toma de posesión de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de Argentina, el presidente venezolano se encontró con S.A.R. el Príncipe Felipe en uno de los salones contiguos al del acto. En lugar de tratar de hablar con el Príncipe acerca del sonado incidente, prefiró omitir el asunto y limitarse a un escueto "¿qué tal estás?", según Trinidad Jiménez, secretaria de Estado para Iberoamérica, también presente en la toma de posesión.

Chávez deja patente su falta de coherencia al esconder el rabo entre las piernas ante el Príncipe. Mucha bravuconería macarra, pero cuando tiene la oportunidad de hablar con alguien cercano al Rey sobre el incidente se echa atrás en una clara muestra de pusilanimidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahí, ahí, dándole caña al orangután y a defender al Borbón: ¡Esto sí que es un blog!

Anónimo dijo...

A Chávez no le importa insultar al mísmisimo Papa a la cara. Los motivos son más bien estratégicos; en campaña le favorecía, pues su elector medio es ciertamente antiespañolista. Ahora lo que quiere es no hacer ruido mientras capea su crisis institucional

PD: prefiero que me represente un gato bonito que el marido de Letizia Ortiz

Anónimo dijo...

Chávez no es santo de mi devoción para nada, creo que el tío está arruinando el país, restringiendo libertades civiles, enriqueciéndose personalmente... Vamos, que está encantado de conocerse y más aún de ser presidente. La cuestión es que a este tío lo eligieron los venezolanos... hasta tres veces hasta ahora (dos elecciones, y ganó un referéndum que proponía echarlo de la presidencia), cosa que el Rey de España no ha hecho (bueno, sí, si se quiere forzar el referéndum de la Constitución como una elección del Rey...), y desde luego que el Príncipe de Asturias no tendrá que hacer. Prefiero vivir en España (o en el Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Suecia u otras monarquías europeas) antes que en Venezuela, pero ya va siendo hora de que cambiemos la monarquía y pongamos una república, como la alemana...
Salud y República.