El sitio web, cediendo a las presiones, se ha visto forzado a crear su propio Francis Drake particular. Se trata de la herramienta 'Youtube Video Identification', que permite, con la ayuda de Google, controlar de manera más exhaustiva los contenidos piratas mediante su supresión, bloqueos y limitaciones de duración.
Diez Gigas por banda y ADSL en popa a toda vela ya no serán suficientes para millones de usuarios que buscan en dicho portal la libertad para subir y ver contenidos que ahora se les restringe, por lo que Youtube quizás se arriesgue con esta medida a perder parte de sus visitas ante posibles desencantos, en el caso de que dicha herramienta sea realmente efectiva en el abordaje y hundimiento de contenidos piratas.
A Youtube se le escapa que todo buen pirata sustenta sus acciones en la libertad que otorga la vasta extensión de los océanos (Internet) y no transcurrirá mucho tiempo para que los 'bucaneros digitales' encuentren aguas más tranquilas para seguir con sus 'fechorías'. Y seguirá siendo así a pesar de que surjan constantemente herramientas para luchar contra ellos, pues la red global es infinita.
Por ello, esta herramienta contra la piratería, aunque agrade a las empresas u organizaciones que ostentan los derechos de propiedad intelectual, probablemente termine como un intento en vano por acabar con ella, pues el intercambio (en este caso subir vídeos) es algo inherente al hombre desde que éste vive en sociedad yque se adapta a los diferentes canales que emplea. Si se quiere evitar definitivamente la violación de estos derechos, la única solución podría pasar por el cierre de Internet, algo comletamente inviable, como es obvio.
Esta patente de corso parece un grito estéril y deseperado de las empresas ante algo que se les escapa de las manos, pues probablemente sean conscientes de que, a medio o largo plazo, no pueden hacer nada pero entienden la necesidad de aparentar lo contrario.
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